Vosotros

martes, 21 de febrero de 2012

Milquinientas horas-

Y te duele que te lo diga, pero es verdad. Y como una tonta, le sigues queriendo. Vaya.. Ahora le necesitas. Necesitas su mirada, su sonrisa, uno de sus abrazos.
Te promete bailes, sonrisas, cosas que jamás sucederán. Y tú le sigues teniendo ahí. Aunque tu sentido común te diga que no. Porque tu corazón te dice que sí, y ese es el que manda.

viernes, 17 de febrero de 2012

Aceptando la dura realidad.

Y sí, he decidido no quererte más, sencillamente, porque no me apetece seguir haciéndome daño con falsas esperanzas. Porque cada vez que dices que soy un encanto, o que no debo estar mal por nada, a mi me da un vuelco el corazón.
Y sí, me lo negaste tres veces, como San Pedro, pero a mí me dio igual, yo seguí adelante, sin importarme lo que se cruzara en mi camino.
Pero recapacitar es de sabios, y no me gusta estar así. Creyendo cosas que no van a pasar en mi aburrida vida. Creyendo que un día me sentiré más arriba de los límites del cielo.
Y escribo esto, sabiendo que me va a costar la vida cumplirlo, pero ¿quién sabe! Quizás es mejor que solo seamos amigos.

jueves, 16 de febrero de 2012

¿Me oyes? Te quiero.

+Y prefiero no hablarte a tener que insultarte.

-Puedes insultarte a la chica que quieres con tal de ser feliz, ¿no es eso?
¡TE QUIERO! ¿ME OYES? ¡TE QUIERO!

+ Escúchame. Yo no sé ni lo que estamos intentando. Ahora yo no puedo odiarte ni insultarte más por las esquinas. Sinceramente, porque no puedo. Quiero decirte que te quiero todas las mañanas, y todos los segundos; y no voy a parar hasta conseguirlo. Hasta que me muera de no dormir, de no tenerte, de no entenderte. Voy a quererte como tú me pides.

- ... Te quiero. No lo olvides.

martes, 14 de febrero de 2012

¿San Valentín? No creo en esas cosas.

Lunes. Segunda hora. Clase de Geografía. Silencio sepulcral. Me distraigo mirando por la ventana. Es un día gris. Ha llovido y probablemente vuelva a hacerlo. Se ven árboles deshojados y pisos, pisos muy altos. Se escucha el ruido de los coches que pasan cerca de aquí. Me gustaría ir en unos de esos coches, da igual dónde. La verdad, estoy bastante perdida como para importarme el lugar de destino.
He intentado engañarme, ponerme mil excusas, pero no. Es imposible. Esta vez, no le ha ganado la razón al corazón. Y por más que quisiera, no puedo tomarte como mi mejor amigo, no. Lo he intentado, créeme.
Pero todos esos ''te quiero'' y esos ''te adoro'' nunca significarán lo mismo para mí que para ti.